Las prescripciones de FORESTADENT – FACE Evolution II The FORESTADENT Prescriptions – FACE Evolution II Prescripción FACE EVOLUTION II FACE EVOLUTION II Prescription Cambios en el torque Como se ha mencionado anteriormente, pudimos abordar y resolver el problema identificado por la CBCT mediante un examen clínico exhaustivo. Nunca antes habíamos tenido la oportunidad de determinar, como ahora, la fuerza del hueso alveolar vestibular y lingual disponible para el movimiento ortodóncico. Las radiografías mostraban el hueso desde mesial y distal a las raíces de los dientes y, gracias a la CBCT, a menudo es posible ver que el hueso presente vestibular o lingualmente a los dientes restringe o incluso excluye por completo ciertos tipos de movimiento. Es especialmente frecuente en los incisivos inferiores y en los caninos superiores e inferiores, pero también puede producirse en cualquier otra zona de la mandíbula. Torque en los caninos En los caninos, el hueso suele ser más fino vestibularmente y mucho más grueso palatalmente. La prominencia de la raíz canina es a menudo tan evidente clínicamente que se requiere un enfoque clínico diferente para ello. En estos casos, la CBCT muestra una capa ósea cortical muy fina vestibularmente y en algunos casos fenestración ósea, por lo que cualquier movimiento radicular vestibular- mente está contraindicado. Esta situación bastante común es la base de nuestro cambio del torque de -2° a +3° para los caninos superiores y de -11° a -6° para los caninos inferiores. En estos casos con prominencia extrema de las raíces dentales, FACE EVOLUTION II propone desplazar la raíz hacia el hueso esponjoso mediante un bracket especial. Esto se hace para los caninos superiores e inferiores con un par positivo de +20°. Este soporte especialmente diseñado, del que se hablará con más detalle a con- tinuación, se denomina "bracket de trabajo". El objetivo que se persigue con este bracket es el desplazamiento rápido de la raíz del canino hacia el hueso esponjoso lingual. El torque, que puede parecer excesivo, desencadena el movimiento justo porque el efecto es mayor a nivel coronal que a nivel de la raíz del diente. Así, en el caso de raíces dentarias fenestradas, puede conseguirse un nuevo recubrimiento del defecto por sustancia ósea. Una vez conseguido el efecto deseado, el bracket de trabajo se sustituye por el bracket estándar de Prescripción (+3° o -6°). Torque en los incisivos inferiores Para los incisivos inferiores, FACE EVOLUTION II ofrece brackets con torque de -1° y -6°, que pueden convertirse en +6° simplemente girando 180° verticalmente el bracket de -6°. Si bien es cierto que teóricamente el bracket de torque de +6° para los incisivos inferiores sería el ideal para compensar las maloclusiones de Clase II y asegurar un buen anclaje anterior, para los casos con bajo anclaje (y lo contrario con torque de -6°), la elección del torque para el incisivo viene determinada fundamentalmente por el hueso alveolar disponible en ese momento. El estado del hueso es la variable más importante en la selección del torque y la inclinación de los dientes y en la consideración de las posibilidades en cuanto a expansión, protrusión y retrusión en la región anterior. De este modo, la Prescripción tiene en cuenta el importante objetivo de la salud periodontal. Torque en los molares Otra zona en la que se ha modificado la torsión es la de los molares superiores. Todo ortodoncista cuyo objetivo de tratamiento sea una oclusión funcional sabe que los contactos precoces en los segundos molares son muy frecuentes. Esto se debe principalmente a una torsión positiva de los molares, que se caracteriza por cúspides palatinas "colgantes" que dificultan el cierre mandibular con las puntas de las cúspides antagonistas, lo que a menudo también provoca interferencias en el movimiento lateral excursivo de la mandíbula. El problema al que nos enfren- tamos en la clínica es que el aparato de alambre recto a menudo da resultados inadecuados en la corrección del torque de los molares, incluso cuando se utilizan arcos de acero de 0,021" x 0,025". por lo que hay que recurrir a arcos transpala- tinos y/o curvas de torsión. Una de las razones de esta ineficacia es el juego que tiene el arco en el lumen del tubo bucal. Algunos estudios han demostrado que esta holgura se debe a que slots de los brackets y los lúmenes de los tubos están ligeramente sobredimensionados y a que los dobleces de los cables suelen ser ligeramente más pequeños de lo especificado por los fabricantes e incluso pueden tener los bordes redondeados. Las pruebas realizadas con tubos bucales de varios fabricantes han mostrado pérdidas de torsión de hasta 26° a .019'' x .025'' y hasta 11° para curvas de .021'' x .025''. Torque modifications As we explained, extensive clinical research has enabled us to tackle and resolve the problems revealed by CBCT. Previously we had not been able to observe the thickness of the vestibular and lingual alveolar bone available for orthodontic movement. X-ray examinations only show the mesial and distal bone levels in the dental roots and it is not uncommon to see, thanks to CBCT, that the available vestibular or lingual bone of the teeth limits or even forbids certain kinds of move- ment. This reality is especially common for the lower incisors and upper and lower canines, but can also be observed in any other area of the jaws. Torque in the canines At the canines the vestibular bone is usually thin while the palatal side is signi- ficantly thicker. Very often the prominence of the canine roots is so obvious, that different clinical approaches are necessary. In these cases, the CBCT will show a very thin layer of vestibular cortical bone, and sometimes a bone fenestration that contraindicates any root movement in vestibular direction. This quite common situation is the basis for our torque modification from –2° to +3° in the upper canines and from –11° to –6° in the lower canines. In those cases of extreme root prominence, FACE EVOLUTION II suggests to move the root into the cancellous bone by means of a specially designed bracket. This bracket, which we call a working bracket and which we will explain below, has a positive torque of +20° for upper and lower canines. The objective sought with this bracket, is to quickly bring the canine root to the lingual cancellous bone. This torque may appear excessive, but it barely leads to sufficient movement, as its effect is higher on a crown than at the root level. And in cases of fenestrated roots, it enables us to achieve a recoating of the defect with bone. Once the expected effect is obtained, we switch the working bracket to the standard prescription bracket (+ 3° or –6°). Torque in the lower incisors For the lower incisors FACE EVOLUTION II offers brackets with a torque of –1° and –6°, which we can transform into +6° by simply inverting the orientation of the –6° bracket. While it is true that theoretically the bracket for lower incisors with +6° would be ideal to compensate Class II malocclusions and to give a correct anterior anchorage, for cases of minimum anchorage (and the opposite with –6°), the truth is that the choice of incisor torque will mainly be determined by the available alveolar bone in each case. The bone factor is the most important variable for the selection of torque and tooth inclination and for the possibilities of anterior expansion, protrusion and retrusion. This way the prescription incorporates the important goal of periodontal health. Torque in the molars Another area in which the torque has been modified is that of the upper molars. Any orthodontist concerned about obtaining a functional occlusion knows that premature contacts in the second molars are very common. This is mainly due to the existence of positive molar torque, marked by “hanging” palatal cusps which interfere with the mandibular closure as it occludes with the tip of the antagonist cusps. This commonly also leads to interferences in excursive lateral movements of the jaw. The problem we face clinically is that the archwires designed for straight- wire systems are commonly inefficient when correcting molar torque, even when using .021” x .025” steel archwires. Therefore, we are forced to use transpalatal bars and/or compensation bends in the archwires. One of the causes of this inef- ficiency is the play the archwires have in the lumen of the tubes. Several studies have demonstrated that this play is because of a slight oversizing of the bracket slots and tube lumens in addition to the fact that the archwires are often slightly smaller than stated by manufacturers and often even have rounded edges. Tests performed with tubes from several companies reveal torque losses of up to 26° with .019” x .025” steel archwires and up to 11° with .021” x .025” archwires. 2 2.17